miércoles, 31 de diciembre de 2025

Antonio Romero Rodríguez (1963-2024)"Mundos Paralelos del Alma” Vida y Obra. 2026.

 

"Mundos Paralelos del Alma”

 Vida y Obra de

 Antonio Romero Rodríguez (1963-2024)

 Autor: Ricardo Martínez Amores.

Notario Mayor del Reino celeste de Solía.

Colección: Historia social de Sanlúcar la Mayor en el siglo XX.

 Portada: Romualdo Cedillo López.

 

 El Pincel del Relativismo Narrativo 
 

Escribir sobre un artista es, a menudo, intentar descifrar un jeroglífico emocional. Sin embargo, cuando hablamos de Antonio Romero Rodríguez, no solo nos enfrentamos a una obra pictórica, sino a un hombre que hizo de su propia existencia una paleta de luces y sombras.

 Este libro nace del respeto y la amistad. Como autor, he tenido el privilegio de ser testigo de la evolución de un creador que no pintaba para el mercado, sino por una necesidad vital de comunicación y sanación. Antonio no fue solo un vecino de Sanlúcar la Mayor; fue un visionario que, desde la humildad de un banco en el porche de la iglesia o la soledad de su estudio, construyó un universo propio que él mismo bautizó como "Relativismo Narrativo".

 A través de estas páginas, invito al lector a realizar un viaje cronológico y emocional. Desde su etapa de disciplina física en el culturismo hasta su inmersión total en el expresionismo, pasando por los desfiladeros de la depresión que, paradójicamente, agudizaron su sensibilidad artística.

 Descubriremos al hombre que, a pesar de las carencias económicas, encontraba en un trozo de madera o en una esponja el vehículo perfecto para su genio.

Este volumen es una deuda saldada con un artista que, aunque rozó la gloria en sus exposiciones locales, guardaba en su hogar un tesoro de más de setecientas obras. Es un reconocimiento a su "magia", a su "misterio" y a esa generosidad inabarcable que le hacía regalar su alma en cada trazo.

Biografía y Formación
 

Antonio Romero Rodríguez nació el 13 de noviembre de 1963 en el número 12 de la calle del Carmen, en Sanlúcar la Mayor. Hijo de José Joaquín Romero Rioja y Rosario Rodríguez Rodríguez, fue el menor de seis hermanos. Creció y se formó en las aulas del Grupo Escolar Miguel Primo de Rivera y el Centro Educativo “La Paz”.

 

Su juventud estuvo marcada por la disciplina del cuerpo. Huérfano desde temprana edad y de estado civil soltero, Antonio dedicó años intensos al culturismo, formándose en los gimnasios ATLAS y Míster Santo de Sevilla. Tal fue su pasión que llegó a fundar su propio gimnasio en un local de Antonio Mora. De aquellos días conservaba como una reliquia el libro Sansón Institute, símbolo de su entrega a la estética de la forma humana.

El Despertar Artístico y la Lucha Interior

 Tras el periodo dedicado al culto al cuerpo, Antonio atravesó una etapa de profunda depresión que lo llevó a permanecer ingresado durante dos años en una unidad de psiquiatría en Sevilla. Fue allí, y en los años posteriores, donde la pintura se convirtió en su tabla de salvación.

 Aunque ya pintaba de forma esporádica, fue tras esta crisis cuando su vocación se tornó absoluta, dedicando más de veinte años de su vida exclusivamente al arte.

 En la década de los 90, sus pinceladas comenzaron a buscar una nueva visión, más optimista y vibrante. Influenciado por el expresionismo, Antonio se refugiaba en sus libros de arte, estudiando a los grandes maestros para dar origen a una línea pictórica profundamente personal.

El Relativismo Narrativo

 Antonio definía su obra como "Relativismo Narrativo". Su estilo, marcadamente expresionista, era un reflejo de su vivencia inmediata. Su capacidad creativa no entendía de límites materiales: utilizaba lienzos tradicionales, pero también paneles, hojas de libreta, maderas y objetos reciclados. Ante la escasez de recursos, sustituía los óleos caros por ceras, témperas, o simplemente aplicaba la pintura con sus dedos y esponjas, logrando texturas que la academia rara vez alcanza.

Su obra es un tratado de psicología visual. En sus cuadros, la naturaleza se funde con aromas de romero y los colores danzan en jardines imaginarios de luz y sombra. Es un mundo psicodélico donde el paisaje abstracto se hibrida con la realidad y la ficción, revelando las inquietudes del alma moderna: el amor, el deseo, la angustia y la muerte.

 El Reconocimiento Público

A pesar de poseer una colección de más de doscientas obras inéditas, Antonio nunca las había expuesto hasta que en 2016 unimos fuerzas. Bajo el título "Mundos Paralelos del Alma: Los Jardines de Romero", Sanlúcar la Mayor pudo descubrir a su artista. El éxito fue rotundo: en apenas cuatro días vendió doce obras y recibió múltiples encargos. Antonio disfrutaba explicando a los espectadores cada detalle, cada personaje que poblaba su mente y su profunda admiración por Vincent Van Gogh.

 En 2018, repitió el éxito con su "Colección de Pinturas Abstractas", donde mostró una evolución técnica asombrosa, jugando con volúmenes de sombras y duendes escondidos tras sus trazos de esponja.

 El Hombre y el Legado

  Antonio era una figura icónica en el Casino y en el porche de la iglesia. Allí, entre saludos de vecinos y bocetos en hojas sueltas, transcurría su vida. Aunque a veces expresaba en redes sociales su frustración por la falta de valoración económica de su arte —llegando a tasar algunas piezas en 30.000 euros por su valor "mágico y curativo"—, su realidad era la de un hombre que regalaba más de lo que vendía.

 El 7 de septiembre de 2024, un infarto apagó su corazón, pero no su obra. El pueblo de Sanlúcar se volcó en su despedida, reconociendo en él no solo a un pintor, sino a un hombre bueno que llenó nuestras vidas de color.

 Los Jardines de Romero

 Obra Pictórica

 

El Lienzo del Jardinero

 En la paleta herida por el sol, la naturaleza rinde su cintura, y el romero desprende su frescura bajo el trazo firme de Antonio y su crisol.

 Danzan los verdes con algarabía, en un jardín imaginario y despierto, donde el color se vuelve un puerto para la luz que busca la armonía.

 Se abren caminos de sombra y de reflejo, umbrales de luz ante el alma desnuda, donde la belleza, sagrada y muda, se mira en el lienzo como en un espejo.

 Son las sensaciones, hilos de viento, la huella efímera de nuestro paso breve, que el pincel atrapa, que la mano mueve, para volver eterno el sentimiento.

 La Arquitectura del Sueño y la Materia

 En esta galería presentamos parte de sus obras, de su proceso creativo, la pintura de Antonio Romero se desprende de la línea rígida para adentrarse en un juego de texturas y atmósferas.

A través de una técnica magistral que combina la esponja, la cera y el óleo, el artista no solo aplica color, sino que esculpe el lienzo, creando volúmenes de sombras que parecen respirar sobre la tela.

La muestra es un viaje de contrastes

 La Sutileza del Matiz: Encontramos pasajes de colores suaves, donde la luz se filtra con delicadeza, invitando a la introspección y al sosiego.

 La Fusión de la Forma: En otras piezas, el óleo se funde en una danza cromática más enérgica, dando lugar a formas orgánicas donde el espectador puede adivinar los jardines de su mente. Son paisajes que no buscan copiar la realidad, sino evocarla mediante la simbología de la naturaleza.

 Asomarse a esta colección es aceptar una invitación a lo invisible. Entre el relieve de la pintura y la profundidad de las sombras, el visitante está llamado a descubrir a los duendes que habitan en sus trazos; esas figuras místicas y sensaciones que solo se revelan ante quien mira con el corazón. Una exposición donde la naturaleza exterior y el jardín interior de Romero se vuelven, finalmente, un solo camino de luz.

Un reconocimiento a su "magia", a su "misterio" y a esa generosidad inabarcable que le hacía regalar su alma en cada trazo.

 La Eternidad de un Artista Sanluqueño

 Al cerrar estas páginas, queda el eco de un pincel que nunca tuvo miedo al vacío. Antonio Romero Rodríguez nos dejó un legado de más de setecientas obras, una cifra que palidece ante la inmensidad de su bondad personal.

 Su pintura nos inquieta porque es un espejo; nos hace descubrir esos mundos paralelos que no son otros que los del alma humana. Antonio se fue como vivió: de forma sencilla, dejando tras de sí un jardín imaginario donde siempre es primavera y donde el color nunca se desvanece.

 Que este libro sirva para que las futuras generaciones de sanluqueños sepan que entre sus calles caminó un hombre que, con una esponja y unos pocos euros, fue capaz de atrapar la magia del universo. Descansa en paz, Antonio. Tu obra ya es eterna.

El libro, escrito por Ricardo Martínez Amores, forma parte de la "Colección de pintores y artistas de Sanlúcar la Mayor.

Cómo conseguir el libro

   Si estás interesado en adquirir algunos de nuestros libros, puedes encargarlo directamente al autor a través del teléfono 652 94 30 25 o comprarlo en el bar Rincón, situado junto a la biblioteca Municipal de Sanlúcar la Mayor.


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